Semillas de Púrpura de Alaska

Variedad de cannabis Alaskan Purple

La Kush se cruzó con una cepa Sativa sin nombre de Brasil, lo que dio lugar a la creación de la cepa de predominancia Indica conocida como Alaskan Purple. Simplemente mirándola, es evidente que esta cepa es un miembro de la familia Purple, lo que ayuda a explicar por qué se le dio el nombre de Purple. En los dispensarios de Alaskan Purple se han encontrado niveles de THC que oscilan entre el veinte y el veintisiete por ciento y que son fumados por los clientes. Debido a la importante capa de resina que cubre cada una de estas impresionantes pepitas, los que la beben por primera vez deben extremar las precauciones. Esta cepa está cargada de sabores y aromas de bayas, flores y hierbas, y hace que tu lengua se sienta húmeda, así que sabes que va a ser una ganadora en cuanto a sabor. ¿Alguna vez has pasado un día sin hacer nada y has sentido que necesitabas un tiempo de inactividad porque estabas aburrido, hambriento y necesitabas descansar? Si este es el caso, la Alaskan Purple es la cepa que deberías elegir como amiga porque tiene efectos calmantes sin ser dominante. El efecto inicial será probablemente una sensación de euforia que baja hasta tus pies desde tu cabeza. Ten a mano algún tentempié antes de encenderla, ya que puedes tener hambre mientras te relajas en el sofá.

Cultivo de las semillas de Alaskan Purple

Los cultivadores descubrirán que la variedad de cannabis conocida como Alaskan Purple funciona bien en muchos entornos. Las cosechas en interior tienen una media de 550 gramos por metro cuadrado, mientras que en exterior la media es de 1700 gramos por planta. Tras 63 días de floración, las flores están listas para ser cosechadas y están cubiertas de resina hasta las puntas.

Debido a que producen un plano consistente y aumentan el tamaño de las flores inferiores, las secciones verticales anchas y el método ScrOG son altamente recomendados por el Banco de Semillas Garden of Green para producir cannabis en interiores de manera efectiva. Es importante recordar que esta cepa puede crecer hasta ser bastante significativa, por lo que debes colocarla en el exterior. Necesitarás un lugar con mucho espacio y oculto a la vista. Es mucho más fácil cultivar las plantas en el interior; en la mayoría de las circunstancias, puedes empezar a cosecharlas después de sólo nueve semanas.

Sabor y efecto de la púrpura de Alaska

El sabor y el aroma están dominados por un ramo de notas florales y afrutadas. La potencia de esta cepa se puede atribuir a su alto contenido de THC y al fondo genético Kush. Los genes de la cepa Sativa brasileña mejoran el efecto aportando una nota cerebral y psicoactiva. El resultado es un cuerpo relajado que permanece durante un tiempo considerable. Las flores de Alaskan Purple tienen ricos matices púrpuras, pelos dorados brillantes y una capa de resina pegajosa y deliciosa que llega a todos los rincones de la hoja. Los cogollos de Alaskan Purple son de color verde medio y densos, con pepitas densas de color verde medio. Tan pronto como abras el envase sellado y huelas las ricas notas florales y herbáceas combinadas con los aromas de bayas aromáticas, sabrás que este producto es de la más alta calidad. Una discreta terrosidad combina maravillosamente con las notas intensamente especiadas de las bayas y las hierbas.

El subidón de la Alaskan Purple es relativamente suave, aunque sus efectos pueden continuar durante unas horas después de su consumo. Todo comienza en tu mente, donde experimentarás una abrumadora sensación de regocijo que disipará cualquier tristeza o preocupación y será reemplazada por una indescriptible sensación de satisfacción. A medida que tu mente se libera de las preocupaciones, tu cuerpo alcanzará un profundo estado de relajación que no disminuirá significativamente tu energía al principio, pero que finalmente te llevará a un completo sueño y serenidad. Las características psicoactivas de Alaskan Purple y su alto porcentaje de THC (20%-27% de media) pueden ayudar a las personas con ansiedad crónica, preocupación, melancolía, dolor intenso, disminución del apetito, náuseas y cansancio.