Como la ruderalis es originaria de Rusia, está acostumbrada a temporadas de crecimiento más cortas. Por ello, ha desarrollado la capacidad de florecer por sí sola tras unas pocas semanas, en lugar de depender de un cambio en las horas de luz o en la intensidad.
La afgana tiene un profundo efecto relajante que se ha demostrado que ayuda a las personas con dificultades para dormir. Además, esta cepa estimula el apetito, lo que resulta atractivo para quienes se someten a quimioterapia o radioterapia o sufren algún problema alimentario.
El afgano es una opción fantástica para el final de un día duro, ya que puede ayudar a conciliar el sueño al eliminar el estrés y la ansiedad que pueden mantenerte despierto. También puede ayudar con el dolor que te mantiene despierto por la noche.
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